Definición
La toxoplasmosis ocular es una infección de las capas internas del ojo producida por un parásito (toxoplasma gondii). La enfermedad puede ser congénita (la madre infecta al feto a través de la placenta) o adquirida cuando se manifiesta en la edad adulta. El síntoma más importante es el de visión borrosa debido a la opacidad del vitreo, aunque la visión también puede estar limitada si la lesión afecta a las áreas vitales de la retina (mácula o nervio óptico). El tratamiento consiste en anti-inflamatorios y antibióticos especiales que se administrarán por varias semanas. Desafortunadamente las recurrencias son frecuentes y el paciente necesitará visitas de seguimiento periódicamente.
Frecuencia
En la presentación más común de toxoplasmosis ocular esta retinitis se localiza adyacente a una cicatriz coriorretiniana previa. Un estudio sobre recurrencias de la toxoplasmosis ocular mostró que 75% de los pacientes en su primera consulta ya tenía una cicatriz previa que había pasado desapercibida.
Toxoplasmosis congénita. Si la infección es adquirida durante el tercer trimestre de embarazo, la transmisión al feto ocurre casi en 60% de los casos, probablemente debido a una mayor vascularización de la placenta. La retinocoroiditis es la manifestación más común. Es bilateral en 85% de los pacientes y afecta la mácula en 58% de ellos.
Causa
Antiguamente se pensaba que la toxoplasmosis ocular era una enfermedad adquirida en forma congénita y que posteriormente podía tener reactivaciones tardías. Hoy en día, sin embargo, este concepto ha variado gracias a que nuevos datos epidemiológicos han demostrado la existencia de formas adquiridas mediante el contagio por alimentos, agua y aire. Probablemente las cicatrices de las cuales se genera la reactivación ocular -que es la forma más común- se traten de una infección contraída anteriormente, pero no de una lesión congénita. En la mayoría de los casos esta primera lesión pasa desapercibida y es en la reactivación donde surgen los síntomas de la enfermedad ocular.
El parásito se aloja en la retina en la forma de bradizoítos enquistados; al romperse este quiste por motivos que aún se desconocen se desarrolla una retinitis, ya que éste es el órgano inicialmente comprometido. Es importante considerar a la toxoplasmosis ocular como una retinitis, por lo que las retinitis serán las entidades a tener en cuenta entre los diagnósticos diferenciales de la enfermedad.
Prevención
Debe reforzarse el lavado de alimentos naturales que puedan contaminarse con tierra que contenga ooquístes de deposición de gato. Sólo debe usarse agua potable y no ingerir carne cruda. No se deben manipular deposiciones de gato y estas deben eliminarse cada 24 h dado que el ooquístes es infectante sólo 48 h después de eliminado en la deposición. Debe evitarse la infección del gato doméstico impidiendo que cace ratones y que coma carne cruda. Debe alimentarse solamente con comida especial de gato.
• Evitar el contacto con materia fecal de gatos menores de 6 meses.
• No tomar agua del grifo si no estamos seguros de su potabilidad, ríos y cascadas o bebidas hechas con agua sin hervir o sin filtrar.
• Comer carnes bien cocidas y verduras bien lavadas.
• Hacer examen de IgG e IgM durante el embarazo.