La vuelta al cole es el momento ideal para para realizar la revisión ocular infantil. Es necesaria una visita al optometrista con el objetivo de poder detectar posibles anomalías pese a que aparentemente no muestre ningún tipo de problema. Si preparamos el material escolar y todo lo que necesita el niño para volver a las clases, ¿cómo podemos dejar de lado algo tan importante como son los ojos?
La revisión ocular infantil es muy importante, ya que el ojo está en constante desarrollo sufriendo todo tipo de cambios en el sistema visual. Por lo tanto, es recomendable llevar a cabo revisiones anuales o cada dos años para el seguimiento del niño sano sin patología ocular. En el caso de que el niño tenga algún problema ocular, las revisiones pasarían a ser más frecuentes.
Algunos de los signos más comunes que nos indican que el niño puede tener algún tipo de problema son los siguientes, en cuyo caso es obligatorio realizar la revisión ocular:
- a) Si percibimos que el niño tuerce el ojo
- b) Si presenta problemas de visión lejana al ver la televisión o la pizarra
- c) Si manifiesta problemas de visión próxima acercándose demasiado el papel para leer o al escribir
- d) Diferente visión entre un ojo y el otro
- e) Dolores de cabeza sin motivo aparente
- f) Ojos rojos, legañas y lagrimeo
- g) Reflejo pupilar blanquecino
- h) Movimientos erráticos del ojo
- i) Anomalías en los párpados
- j) Antecedentes familiares de miopía, astigmatismo u otras enfermedades oculares
¿Qué factores analizamos en una revisión ocular completa?
- – Agudeza visual, donde detectamos la capacidad para reconocer detalles pequeños con pruebas de refracción ocular y de integridad ocular
- – Visión binocular: analizamos la capacidad del niño de fusionar las imágenes de ambos ojos para obtener una imagen única y tridimensional.
- – Motilidad ocular: analizamos la capacidad de mover los ojos de manera sincronizada y cada uno por separado.
- – Flexibilidad acomodativa: se trata de la capacidad para enfocar y desenfocar al cambiar la mirada en diferentes distancias, así como hacerlo de forma fluida.
- – Visión del color: evaluamos la capacidad de distinguir entre distintos colores para detectar casos como el de daltonismo.
- – Salud ocular: evaluamos las estructuras de la parte anterior del ojo, párpados, conjuntiva, córnea, así como el fondo ocular, donde se encuentra la mácula y el principio del nervio óptico.
- – Integración visual motora: estudiamos la coordinación que se lleva a cabo entre el ojo y otras partes del cuerpo como puede ser la mano.
Visión y aprendizaje van de la mano
Pese a que el ojo es designado como el órgano de la visión, en realidad el que lleva a cabo el proceso de la visión es nuestro cerebro. El ojo traduce las vibraciones electromagnéticas de la luz en impulsos nerviosos que son transmitidos al cerebro por medio del nervio óptico.
¿Sabías que alrededor del 90% de los niños comienzan su aprendizaje por la vía visual? ¿Y que el 80% de lo que un ser humano aprende es a través de la visión? Cualquier anomalía puede provocar trastornos en el aprendizaje que derivarían en un rendimiento bajo.
La estimulación visual infantil ayuda a aprender y a ver mejor. Se presentan casos en los que no se lleva a cabo un procesamiento visual adecuado y por consiguiente el niño muestra problemas de desarrollo, de lectura, con asignaturas como las matemáticas…
Es fundamental para el perfecto desarrollo del niño un diagnóstico precoz, ya que evitaremos problemas en el futuro, así como una falta de rendimiento escolar y su derivada frustración.