Al hacerlo, es posible que se cuelen en los ojos bacterias capaces de desencadenar una conjuntivitis. El polvo del aire depositado pueden generar, además, pequeñas lesiones, que facilitan por frotarse la aparición de arrugas prematuras. La relación de complicaciones que corren riesgo de agravarse es más larga de lo que uno se imagina: glaucoma, desprendimiento de retina, ojo seco… Una de las que más preocupan es el queratocono, una enfermedad degenerativa, que puede acabar requiriendo un trasplante de córnea.
Nadie va a tener un queratocono por frotarse los ojos pero las personas con predisposición a sufrirlo tienden a frotárselos más y pueden agravar su problema. El queratocono es una enfermedad de la córnea, que afecta a una de cada 200 personas, generalmente adolescentes y jóvenes menores de 30 años. Pueden parecer pocos casos, pero es un chaval cada ocho aulas. Aparece a una edad en la que esa parte frontal y transparente del ojo está aún ‘en formación’, sin haber adquirido la rigidez que la caracterizará el resto de su vida.
Las causas que la provocan aún se desconocen. Se sabe que tienen un componente genético, pero no es una patología hereditaria. La cornea degenera y adquiere un aspecto delgado y blando, con una forma del todo irregular que dificulta el enfoque de los objetos que se ven.
Los avances de los últimos 15 años han permitido diagnosticar la dolencia de manera más temprana y evitar que más de la mitad de los casos tengan que resolverse con un trasplante de córnea.
En la actualidad, la mayoría de los casos, los que se detectan en fases tempranas, se resuelven con lentes de contacto siendo en ocasiones necesaria un sencillo procedimiento que consiste en detener el avance de la enfermedad mediante el refuerzo del colágeno natural con una sustancia llamada riboflavina y rayos ultravioletas. En algunos casos, la córnea se refuerza también con unos anillos de un plástico especial que reducen la irregularidad. La cirugía se reserva para las situaciones más complejas, aún así la gran mayoría de pacientes tendrán que llevar lentes de contacto especiales para conseguir mejorar su visión.