La importancia de la escritura cursiva sobre la mecanografía para el aprendizaje en el aula: un estudio de electroencefalograma de alta densidad en niños de 12 años y adultos jóvenes
Escribir a mano, mecanografiar o dibujar: ¿Cuál de estas estrategias es la más eficaz para un aprendizaje óptimo en el aula?
Dado que los dispositivos digitales están reemplazando cada vez más la escritura tradicional a mano, es fundamental examinar las implicaciones a largo plazo de esta práctica. El electroencefalograma de alta densidad (HD EEG) se utilizó en 12 adultos jóvenes y 12 niños de 12 años de edad para estudiar la actividad eléctrica del cerebro mientras escribían en cursiva a mano, mecanografiaban o dibujaban palabras presentadas visualmente que variaban en dificultad.
Se realizaron análisis de evolución espectral temporal (TSE, es decir, cambios de amplitud dependientes del tiempo) en datos de EEG registrados con una matriz de sensores de 256 canales. Para los adultos jóvenes, encontramos que, al escribir a mano con un lápiz digital en una pantalla táctil, las áreas del cerebro en las regiones parietal y central mostraban una actividad sincronizada relacionada con eventos en el rango theta. La bibliografía existente sugiere que dicha actividad neuronal oscilatoria en estas áreas particulares del cerebro es importante para la memoria y para la codificación de nueva información y, por lo tanto, proporciona al cerebro las condiciones óptimas para el aprendizaje. Al dibujar, encontramos patrones de activación similares en las áreas parietales, además de desincronización relacionada con eventos en el rango alfa/beta, lo que sugiere tanto similitudes como ligeras diferencias en los patrones de activación al dibujar y escribir a mano.
Al escribir a máquina en un teclado, nos encontramos con una actividad desincronizada relacionada con eventos en el rango theta y, en menor medida, en el rango alfa en las regiones parietal y central del cerebro. Sin embargo, como esta actividad estaba desincronizada y difería de la escritura a mano y el dibujo, su relación con el aprendizaje sigue sin estar clara. Para los niños de 12 años, se encontraron los mismos patrones de activación, pero en menor medida.
Sugerimos que los niños, desde temprana edad, deben estar expuestos a actividades de escritura y dibujo en la escuela para establecer los patrones de oscilación neuronal que son beneficiosos para el aprendizaje. Concluimos que debido a los beneficios de la integración sensorial-motora debido a la mayor participación de los sentidos, así como a los movimientos de la mano finos y controlados con precisión al escribir a mano y al dibujar, es vital mantener ambas actividades en un entorno de aprendizaje para facilitar y optimizar el aprendizaje.
Acerca de este artículo de investigación
Fuentes:
Frontiers in Psychology
Estudio completo:
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2020.01810/full